Hice este verano el viaje a Sri Lanka y Maldivas y fue maravilloso todo, incluidos los compañeros y nuestro coordinador Rober. Crecimos, convivimos y superamos todos los retos y las dificultades del camino. Todo eso acompañado de las prácticas de yoga con nuestro guru temporal.
En definitiva, viajamos y no sólo nos desplazamos. Una experiencia altamente recomendable que solo tiene un defecto y es que 12 desconocidos se convierten durante un mes en tu familia y a la vuelta a tu vida, sientes mucha melancolía y les extrañas. Por todos nosotros los piratas de Sri Lanka.