Tercer año que sigo descubriendo un trocito más de Asia de la mano de Mónica, amiga y compañera incondicional.
Sri Lanka enamora por la sonrisa y cercanía de su gente, por el buen clima, su comida picante, su abundante vegetación y sus paradisíacas playas.
Gracias de nuevo Mónica por ser y estar ahí siempre.