Pasar 21 días a 9.000 kilómetros de casa con once desconocidos… y haciendo yoga…
Lo que para amigos, familiares e incluso para mí sonaba como una locura ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.
Conocer un país tan maravilloso como Sri Lanka de la mano de Mónica es, sin lugar a dudas, la mejor forma de conocerlo, e iniciarse en el yoga en escenarios paradisiacos es, simplemente, mágico. Da gusto dejarse llevar por Mónica, y por la energía que despide y te contagia. Todo fluye y se disfruta al máximo, con los cinco sentidos y más. Viajaría con ella al fin del mundo.