Solo viajando tu mente se abre como un paracaídas y nunca vuelves al mismo estado. Mi viaje por Tailandia ha resultado así, definir tantas emociones y sensaciones es muy difícil pero lo intentaré.
La energía de este país te atrapa y si eres capaz de conectar con ella disfrutarás de una de las mejores experiencias de tu vida. Los templos son alucinantes y la sensación de paz y felicidad que proporcionan es algo indescriptible. La gente de Tailandia es muy amable y sus ojos si los miras bien trasmiten VIDA… y eso enamora. El grupo en el cual forme parte fue simplemente espectacular: las SHINGA LADIES me han robado el corazón, esa unión, ese compañerismo, esas risas espontáneas… no tengo palabras.
Y qué decir de nuestras coordinadoras Mónica y Bea Bernal, dos personas mágicas que te enseñan tanto con una simple mirada. Se preocupan y ocupan de ti, les sale del corazón y ese regalazo, o lo experimentas o no sabrás de lo que te hablo. El poso de mi viaje aun está tomando forma, si el destino del año pasado en Indonesia me cambió la vida, éste me regala el universo más grande que una persona puede tener. Me siento AFORTUNADA y muy AGRADECIDA por este maravilloso regalo.