MYANMAR
RUTA SEMANA SANTA
4-19 abril´20 | 16 días
Días 1 a 3
Descubriendo la capital
Nuestro viaje a Myanmar comenzará en la reciente capital de Birmania, Yangon, donde podremos descansar del viaje o perdernos en el barrio chino con sus numerosos tenderetes de comida callejeros y regatear en alguno de sus mercados. Lo que seguro que no nos perderemos es la deslumbrante y de nombre impronunciable pagoda de Shwedagon, una de las maravillas del país y la que fue centro e icono de la conocida como “la revolución azafrán”, una revuelta liderada por los monjes birmanos contra la dictadura y llamada así por por el color de las túnicas budistas.
No se conoce exactamente la fecha de construcción de la que dicen es la pagoda más grande del mundo, pero se calcula que comenzó en el siglo VI y que su cúpula de oro posee más de este preciado metal que todo el Banco de Inglaterra. Es una maravilla de oro y diamantes que deslumbra a cualquier hora del día (y de la noche). Pasearemos y disfrutaremos de todo lo que sucede en ella y por supuesto, meditaremos en el relajado y mágico ambiente rodeados de la energía, devoción y amabilidad de los birmanos, una constante que nos acompañará durante todo el viaje.
Y si aún te quedan fuerzas y ganas podrás disfrutar de un terapéutico masaje que te ayudará a descargar la tensión y relajarte tras el largo viaje desde España
Días 4 a 8
Camino al lago Inle
Desde la capital tomaremos un autobús hasta Kalaw, una apacible población entre colinas y el punto de partida desde donde disfrutaremos de uno de los más bonitos y famosos trekking de Myanmar por su riqueza étnica y paisajística.
Desde aquí realizaremos un paseo hasta el lago Inle (dependiendo de las fuerzas de cada uno) pero cuyo esfuerzo bien merece la pena, porque nos permitirá descubrir la Birmania rural. Cruzaremos campos de cereal y pasearemos entre arrozales, subiremos colinas y nos adentraremos en verdes valles, atravesando pequeñas poblaciones donde los niños nos asaltarán, curiosos al ver como un grupo de extranjeros llega a su aldea. Disfrutaremos de todos los colores en sus campos y plantaciones, colinas verdes, bosques y pequeñas aldeas de tribus sin electricidad en los que parece que el tiempo no haya transcurrido.
Finalmente vislumbraremos a lo lejos el brillo del lago Inle, el final de nuestra meta del trekking y el inicio de un lugar maravilloso que nunca hubieras pensado que existía. Durante nuestros días en el lago Inle nos llenaremos de energía con nuestras sesiones de yoga a orillas del lago o realizando paseos en barca o en bicicleta para contemplar la vida de las poblaciones. Navegaremos entre los palafitos de sus moradores y contemplaremos sus campos flotantes, sus pagodas y sus templos infinitos. Visitaremos los famosos mercados flotantes y sobre todo observaremos como los famosos pescadores del lago Inle faenan con su peculiar método de remar con una pierna mientras manejan sus redes.
Días 9 a 16
Las maravillas del reino
Nuestro siguiente destino será Mandalay, la antigua capital de la realeza birmana, donde podremos deleitarnos con las espectaculares vistas desde la colina de Mandalay o visitando las numerosas atracciones de los alrededores. En Mingun y tras un paseo en barco podremos visitar sus numerosas pagodas o ascender la increíble colina de Sagaing para contemplar las vistas de sus más de 600 estupas y adentrarnos en la austera vida de los monjes budistas en los monasterios del país. Acabaremos el día al atardecer en Amarapura para pasear por su famoso puente de teca de más de un kilómetro de longitud y 200 años de antigüedad. Un enclave perfecto para los amantes de la fotografía y para nuestras sesiones de yoga y meditación impregnados con la energía del budismo.
Pero la guinda de este viaje aún está por llegar, y es que nuestro último destino es Bagán. Este conjunto de templos que rivaliza junto a los templos de Angkor en Camboya en cuanto a majestuosidad, vivió su mayor esplendor hace 1000 años, y hoy en día esta extensión de 40 kilómetros cuadrados alberga más de 4000 templos de ladrillo rojo. Con nuestra esterilla de yoga al hombro, pasearemos sus ruinas, pagodas y budas en bicicleta, a pie o en coche de caballos parando donde nos apetezca y descubriendo todos los rincones de este complejo monumental patrimonio de la Humanidad. Al acabar el día, subiremos a lo alto de uno de sus pagodas para poder ver el atardecer sobre Bagán, uno de los atardeceres más mágicos que puede vivir todo viajero y broche perfecto para este magnífico viaje.
Desde Bagan volveremos a Yangon donde tomaremos nuestro vuelo que nos llevará de vuelta a casa y despedirnos de una aventura que seguro será para todos inolvidable.