En las clases con Mónica sentirás como poco a poco, las partes de tu cuerpo se van poniendo en su sitio, como que se ordenan…No esperes sudar, eso no… es una práctica mas interior, de escuchar tu cuerpo y hacerlo llegar donde te pide. Para mi una clase de yoga es como un premio, es algo que me puedo permitir si me organizo bien y me puedo escapar del hotel, restaurante y las obligaciones de madre. Con Moni, la clase era el Gordo de Navidad!!
Adelante con tus proyectos, un abrazo fuerte y muchos besos desde Nicaragua!