Ha sido mi primer viaje con Apasho yoga y la verdad es que ha sido una experiencia maravillosa.
Es una forma más cercana de conocer un país y su gente. Además, hacer clases de yoga a los pies de un templo o en una playa al atardecer es todo un lujo.
Mónica, nuestra coordinadora, hizo un trabajo maravilloso, gran profesional y una gran amiga.
Si queréis hacer un viaje especial os lo recomiendo. Yo repetiré seguro.