Llevo días escuchando la misma pregunta: «¿éste ha sido uno de los viajes de tu vida?» Sin duda.
Estoy segura de que el destino, al que le tenía ganas desde hacía mucho tiempo y mis circunstancias personales tienen parte de culpa de que así sea, pero nada de esto habría sido posible sin Apasho Yoga y Paso Noroeste. Yo me encontraba en un momento con pocas ideas y ganas para organizar un viaje así, aunque siempre lo haya hecho. La comodidad de dejarlo todo en sus manos me ha permitido disfrutar aún más de todo. Cuando hubo problemas ajenos a ellos, fueron increíblemente eficaces y eficientes buscando soluciones, sembrando la calma entre todos nosotros.
La organización del viaje ha sido inmejorable y el saber que puedes depositar toda tu confianza en alguien que sabe lo que hace, en un país tan incontrolable en el que seguro surgirán imprevistos, no tiene precio. Y ellos han puesto a Emma en nuestro camino, que seguro, no es casualidad. Emma es un ser de luz, es la capacidad de resolución elevada a su máximo exponente. Es sobriedad, autocontrol, calma y paz. Sabe cómo atrapar a la mosca de la negatividad cuando está revoloteando sobre nosotros, sabe filtrar la incertidumbre y dejarnos sólo los posos de la confianza en nosotros mismos. Podría decir infinidad de cosas sobre ella, pero lo mejor de todo, es que ése no es su trabajo ni su función. Nos lo ha dado todo sin tener por qué hacerlo, incluso hasta que casi hemos acabado con sus fuerzas y su energía.
De este viaje, me quedo con todo. Con lo bueno y con lo malo, con todos mis compañeros y con todo lo aprendido y lo vivido.
Repetiré seguro esta experiencia y animo a todo el mundo a hacerlo porque incluso si crees no necesitarlo, lo agradecerás.
*en la imagen, Emma repartiendo amor.