Una experiencia de vida que nunca olvidaré.
Buscaba un viaje diferente, buscaba aventura y también ratos de calma, y también me hacía preguntas antes de iniciar mi viaje. Me encanta descubrir el mundo con espíritu viajero, adentrándome en la cultura y llegando a sitios donde los turistas sean prácticamente algo inexistente.
Hacía la maleta días antes de iniciar la aventura con el gusanillo activado en todo momento, esos nervios que molan, que nos hacen soñar y que también a veces nos hacen tener un poco de «miedo». ¿Cómo estará organizado? ¿Cómo será la guía? ¿Cómo será la convivencia con gente desconocida durante 20 días? Y además a eso se añadía la pila de terremotos que esos días estaba azotando en Bali. Ahora que han pasado unos meses después de volver, que he asentado todo lo vivido, puedo decir que cada día que me acuerdo del viaje, SONRÍO.
Gracias Mónica por haberme tratado con tanto cariño desde el primer mail que nos cruzamos, y gracias por hacer que existan estos viajes tan auténticos. Gracias Emma, mi coordi «molongona», por tu paciencia infiniiiita, por estrujarte cada día para sorprendernos, por ayudarnos a descubrir un pais alucinante de la manera en la que lo hiciste, por ser la DJ de los viajes y por poner la cabeza en aquellos momentos que eran necesarios :). Eres de esas personas exigentes en tu trabajo, con ganas de hacer que la gente disfrute, pero lo mejor de todo es que lo haces en silencio, pero soy consciente de todo el esfuerzo que eso conlleva.
Sin duda no será la última aventura vivida con vosotras, sólo fue la primera. Gracias a todos mis compañeros de viaje, por las risas, por los bailes, por los ratos de charlas infinitas, por la escucha…
NAMASTÉ