Hoy hace una semana que finalizó el viaje a Sri Lanka y aun tengo conmigo sus parajes, sus olores, sus colores. Resumir en unas líneas estos días se hace difícil, un país sorprendente, a un día especial siguió otro mágico! No ha quedado un solo rincón sin descubrir, sin disfrutar: pagodas, montañas, plantaciones de te, budas, playas, parques naturales y en Maldivas sus azules, sus aguas, sus playas, sus tortugas, delfines, ¡su luz!

Mónica y Emma son el alma del viaje, generosas, te llevarán de la mano para que descubras esos pequeños y escondidos lugares donde perderse y donde encontrarse. No importa si eres una experta en yoga o si no lo ha hecho nunca, sus clases, siempre en enclaves mágicos, se adaptan a cada uno y te miman en cada una de ellas. Te enseñan, te refuerzan en todo lo que sabes y te hacen descubrir tantas cosas, tantas emociones. Con ellas es tan fácil pararte a mirar y descubrir esos tesoros que todos llevamos dentro.

Cada día comienza no con un plan, sin con varios y cada uno de ellos se adapta a ti, para que en todo momento sea tu viaje, para que puedas hacer lo que te apetezca o simplemente no hacer nada. Puedes disfrutar de soledad si es lo que quieres o de la mejor compañía si es lo que buscas. El superlujo de este viaje han sido mis compañeros de vida durante estos días, gente buena, generosa, nos hemos reído a morir, hemos cantado, llorado, reído… Ha sido todo tan fácil, tan bonito, tan divertido, tan tan mágico! Vuelvo de este viaje y en mi corazón, doce personas entrañables que han entrado para quedarse.

¡Os quiero chic@s, gracias, gracias por tanto!

Viaje Sri Lanka yoga
TERESA IZQUIERDO