Sentada en el aeropuerto de camino al Caribe por «trabajo» (se que cuesta creerlo pero es así) y escuchando «Carreteras infinitas» de Sidoine, toca hacer el «recuento de los daños» de este maravilloso viaje por Vietnam, donde hemos recorrido más de 2000 km de sur a norte disfrutando de su maravillosa gastronomía, café y un grupo increíble.
Mónica es como los buenos vinos, con el paso del tiempo y cada vez que vuelvo la experiencia es mejor y supera las expectativas que podía tener antes de empezar el viaje. Empecé este viaje por la aventura con los easy riders (5 días en moto recorriendo Vietnam). Sin embargo desde el minuto 1 que estábamos haciendo check-in en el vuelo de Madrid nos integramos de una manera muy especial y nos hicimos una «bolita» juntos a todos lados, viviendo experiencias maravillosas y aprendiendo todos de todos, disfrutando de este aprendizaje juntos. En un punto del viaje pasamos de ser 12 a ser 24, una mezcla de culturas interesante (vietnamitas, españoles y mexicanos), divertida y mágica permitiéndonos aprender todos de todo. Demostrándome que juntos puede parecer que se va lento, sin embargo se llega más lejos. La energía positiva e integradora del grupo consiguió envolverme de tal forma que cuando me di cuenta era hora de volver a casa y no sabía lo que había visto/visitado en este viaje. Menos mal que el teléfono me hacía un mapa con los lugares donde había estado.
Sólo puedo decir Cảm ơn nhiều ( muchas gracias en vietnamita ) a este maravilloso grupo y a Mónica, que han hecho posible está aventura maravillosa y nos vemos el próximo año.
«Es posible vivir felizmente en el aquí y ahora. Muchas condiciones de la felicidad están disponibles.» Thich Nhat Hanh