¿Qué podría decir yo sobre este viaje? Que me ha encantado, que los paisajes que se ven a lo largo de la ruta son preciosos, que las gentes de Vietnam y Camboya son asombrosas, que la comida es exquisita, que los atardeceres en el Mekong son mágicos, que los Easy Riders son encantadores, que el grupo que hemos formado es el que tenía que ser, ni uno más, ni uno menos, cada uno con sus rasgos y peculiaridades, que cada día ha sido una aventura nueva… Más que un viaje lo describiría como una experiencia, una experiencia inolvidable.
De la mano de nuestra guía y maestra Mónica y del gran Lee, líder de los Easy Riders, nos hemos sumergido en un sueño profundo del que nadie queríamos despertar. Viajar en moto con los Easy Riders es sin duda la mejor manera de descubrir el país. Tanto tiempo conviviendo con ellos nos ha permitido conocerlos en profundidad, saber cómo piensan, cómo se divierten, qué les gusta, qué comen, cómo se comunican… En definitiva ha sido como viajar con unos amigos más que con unos compañeros de viaje. Se crearon unos vínculos muy bonitos.
Mónica, alma auténtica, alegre, aventurera, viva y sobre todo, presente. El éxito de este viaje se debe en gran medida a ti. No sólo por la preparación previa que has hecho de la ruta, explorando con Lee cada cada rincón del Mekong, sino por ser nuestra maestra espiritual. Conectando con el presente y fluyendo, sin expectativas, has conseguido regalarnos esta vivencia tan bonita.
Recomiendo a todo el mundo sin importar la edad (nuestro grupo abarcaba de 30 a más de 60 años) que se anime a realizar un viaje con Apasho, no te va a dejar indiferente. Querrás repetir sin duda. ¡¡¡Deja fluir a tu espíritu aventurero!!!
Un beso muy fuerte a las dos otras maravillosas coordinadoras con las cuales he tenido el privilegio de viajar por Asia, Emma y Abril.