Saludo al sol… y a la luna que redonda y rellena nos sorprendió en un “respiramos profundo… y abrimos los ojos». Abrazar al atardecer la mágica Acropolis, subir a lo mas alto de Serifos y bajar con la linterna del móvil, comer en el restaurante de Petrus con las delicias de una excelente cocinera «mmmmm… Deliciosisimo”, entrar en una taberna vacía y llenarla de danzas griegas con la espontánea maestra Rosa ¡¡Opaaa!! Cocinar moussaka en el Edem de Chrysoula, sujetar las esterillas con piedras porque el dia que soplaba el viento terminábamos cual croquetas rebozadas, espectacular el yougurt que nos preparábamos con miel y nueces.

“Deca atomo” somos 10 personas, que hemos hecho yoga de la mano de una gran maestra que también ha sabido enseñarles la mejor cara de Grecia, paciente y con una sonrisa que lo dice todo, Laura ha hecho que este viaje cumpliera muy bien las expectativas. El grupo, las Diosas, las desconocidas que hemos encajado en este viaje como las piezas de un puzle; ha habido muchas y muy buenas risas, anécdotas, y hasta monólogos de humor, horas de ferry sin parar de charlar, desayunos sin prisas, cenas sencillas, comidas en la orilla del mar, monumentos y momentos que llenan nuestras mochilas y que una vez en casa oxigenan nuestro día a día.
Ahora no se cómo salir de viaje sin hacer un poco de yoga, ahora se que se puede viajar y practicar yoga.

Ana