Este verano por fin pude hacer un viaje que llevaba mucho tiempo esperando: el norte de India. La espera mereció la pena porque lo hice de la mano de alguien que además de ser una apasionada y conocedora del país es una muy buena instructora de yoga.
Es la segunda vez que viajo con Mónica como coordinadora (Tibet/China fue mi primer viaje con ella) y sólo puedo decir que es un amor de persona. En nuestro tour por India nos preparó un viaje inolvidable visitando diferentes lugares y culturas: Agra, Varanasi y sus ghats, Amritsar con los sijs y su Templo Dorado, Dharamsala con los refugiados tibetanos, Rishikesh espiritual con los sus ashrams y babas… Todo esto acompañado de sesiones diarias de yoga en lugares preciosos, únicos.

Conmigo viajaban 8 fantásticos compañeros con diferentes niveles de yoga y Mónica supo adaptar bien las clases para que todos pudiéramos sacar el máximo provecho de las sesiones sin importar que hubieras o no practicado yoga antes del viaje. Además contamos con sesiones individuales para poder resolver dudas y profundizar más en las asanas y en la práctica personal de cada uno.

El año que viene, no me lo pienso, repetiré con Mónica!

Arantxa Piñero