Quizás un día, dentro de muchos años, habremos olvidado los detalles de nuestro viaje a la India. Quizás. Pero en nuestro interior habrán quedado impresos para siempre las risas y las huellas de nuestros abrazos, el roce de la mirada de un niño en el slum, el olor que todo lo llena, la sorpresa y la locura, el ruido permanente y el amor hacia esa India que tanto nos ha querido. Así, cuando ya no queden los recuerdos que borra el paso del tiempo, algunas palabras

Sij, Slum, Sleeper, Holi, Yoga, Shanti, Rasphal, Mónica, Surinder, Delhi, Agra, Amritsar, Dharmsala, Ganges, Rishikesh, Ginger Honey Lemon

tañerán en nuestro corazón un profundo y resonante Ohm.

Ramón