Este viaje me ha supuesto un cambio de perspectiva en muchos aspectos de mi vida. No voy a escribir sobre los grandiosos y majestuosos templos y monumentos porque en Internet se encuentra casi todo, pero sentir en sus callejuelas, vivir e interactuar con sus habitantes… Te dejan abrumado con su generosidad y hospitalidad en un caos tan fluido que te llenas de esa intensa y profunda energía que respiras a cada paso que das. Le resulta a uno fácil ir conociéndose a sí mismo para acercarse a la famosa fórmula de la felicidad.
Gracias Mónica por crear y convertir una empresa en una experiencia inolvidable, tan humana que no quiero etiquetarla, y gracias por brindarme este maravilloso país y su gente como sólo tú sabes hacer, de esta manera… no pierdas esa esencia. NAMASTÉ