Cuando vi este viaje no tuve dudas. Era para mi. Me fui ilusionada pero sin expectativas y he vuelto diferente, muy emocionada y llena de motivaciones.
Efectivamente ha sido un viaje DETOX para el cuerpo y la mente, lleno de yoga, puestas de sol, cabañas en la playa, comida sana, lugares con encanto, cielos estrellados, masajes ayurvédicos, trenes que paran en marcha para que subamos unas locas con mochilas, el Holi con sus colores y sus risas, e infinitas cosas más que hemos compartido 12 bellas mujeres, todas muy diferentes, pero a la vez con cosas en común como el deseo de aprender, de disfrutar y de vivir.
Y entre risas, buen rollo y alguna que otra cervecita hemos conocido India sur, la otra India, de la mano de nuestra pedazo de coordinadora Mónica, mi Moni, que la adoro, que es sabia como nadie, valiente como ninguna, llena de amor y que siempre tiene la palabra o el consejo exacto en cada momento. Sin ella no hubiera sido lo mismo. Su experiencia como viajera y su pasión por la vida y por India ha hecho de este viaje algo muy especial. Ella es una de esas personas que agradeces eternamente haber conocido, que se te queda muy adentro y para siempre.
Estoy deseando partir de nuevo con Apasho a una nueva aventura pero hasta que llegue ese momento seguiré aplicando los sabios consejos que me llevo de este viaje: vivir el presente, aceptar, dejar salir y crear espacio para lo nuevo… y sobre todo fluir con la vida y dejar que te sorprenda. Porque si no hay taxis, nos vamos en moto y tan felices… ¿verdad Moni?