Para mí este viaje ha sido muy muy muy especial… Ya antes de salir estaba como en vísperas de Reyes, deseando que llegara la fecha y muy nerviosa. Viajaría “sola”, pero me movía tanto mi interés por el Yoga como por la cultura asiática. Tailandia ha sido mi primer destino y os aseguro que no será el último.

Ya en el aeropuerto todas conectamos al instante y en ningún momento me sentí “sola”. A este grupo de Shingas Ladies fantástico le debo muchísimo y qué decir de las 2 coordinadoras: Mónica y Bea, ¡pienso repetir en cuanto pueda! Tailandia, su gente, su calma, su comida, sus olores te enamora… Y si además lo acompañamos de unas sesiones de yoga y masaje tailandés increíbles lloro de felicidad nada más recordarlas.

Tailandia es además la sede del mundo saludable con esos zumos de centella asiática, chupitos de hierba de trigo, el té de Kombucha, esos desayunos orgánicos en el Dada-Kaffee y todos esos secretillos “farmacéuticos” que tan amablemente ha compartido Mónica con nosotras!!

Desde que he vuelto siento una PAZ y un FLOW increíble 😉 Me siento de otra manera y estoy aprendiendo a darme el sitio que merezco en este mundo por el que todos estamos de paso. He tenido la oportuunidad de encontarme a mí misma y escucharme. Por todo ello… ¡GRACIAS Y HASTA LA PRÓXIMA!

Viaje yoga Tailandia
Mar