Grecia 2020
3-13 septiembre | 11 días
Días 1 a 2
Atenas, historia y bullicio
Llegaremos a Atenas y una vez instalados nos lanzaremos a explorar el pintoresco y laberíntico barrio de Plaka. Situado a los pies de la Acrópolis, es una de las zonas más atractivas de la ciudad y la mejor manera de zambullirse e impregnarse de lleno en la atmósfera griega. Cuando nuestros pies no puedan más y necesitemos un descanso, nos deleitaremos con una cena en una de las tabernas típicas de la zona donde degustaremos la gastronomía mas auténtica y una gran variedad de platos griegos en restaurantes a los que no llegan los turistas.
Disfrutaremos de sesiones de yoga donde reconectarnos con nosotros mismos, visitaremos la Acrópolis, una de las más representativas de toda Grecia, y exploraremos su nuevo museo que está considerado como uno de los museos arqueológicos más importantes del mundo. Y si todavía te quedan fuerzas y ganas, podremos ir a visitar el museo arqueológico, que guarda los tesoros de la antigüedad griega.
Días 3 a 7
Sifnos: tradición, cultura y gastronomía
Desde el centro de Atenas tomaremos el metro para dirigirnos al puerto del Pireo, donde nos embarcaremos rumbo a la isla de Sifnos donde en su puerto, Kamares, tomaremos un autobús hasta una de las playas más conocidas y bellas de la isla, Psili amos, que significa “arena fina”. Disfrutaremos de la playa y de la posibilidad de practicar deportes acuáticos. También visitaremos Apolonia, la capital de la isla, que tiene forma de anfiteatro en tres pequeños niveles. Sus casas blancas, sus numerosas iglesias ortodoxas, ermitas y sus estrechas y empinadas callejuelas hacen que la visita sea una delicia. En Apolonia comienza el sendero de unas 4 horas de caminata hasta la magnífica playa de Vathi, que nos acogerá con sus playas cristalinas para un merecido descanso. Practicaremos yoga para estirar nuestros músculos tras el esfuerzo.
Visitaremos el pueblo de Kastro, un maravilloso enclave que ha sido habitado durante más de 3000 años, un lugar fascinante que recorreremos con tranquilidad. Situado sobre un acantilado, Kastro, que significa fortaleza, es un verdadero museo al aire libre y recorrer sus estrechas callejuelas nos transportará a tiempos lejanos. De ahí caminaremos unas tres horas hasta la playa y el monasterio de Chrisopigi, la patrona de la isla.
La gastronomía de Sifnos ofrece una gran variedad de platos típicos que no se encuentran en ningún otro lugar del país. ¡Y tendremos la oportunidad de aprender a cocinar algunos de ellos! Si nos quedan fuerzas, podremos participar en una clase de danzas griegas.
Días 8 a 11
Serifos, el paraíso mediterráneo
Por la mañana cogeremos el ferry que nos llevará a la vecina isla de las Cícladas occidentales y una de las pocas islas que todavía se alejan del turismo masivo. Durante los próximos días exploraremos la isla por tierra y por mar. Tras el viaje en barco llegaremos al puerto de Livadi, único punto de entrada a la isla, donde nos instalaremos y descansaremos del viaje en una de las paradisíacas y tranquilas playas de la isla donde también practicaremos yoga.
Visitaremos Chora, la capital situada en lo más alto de la colina y coronando la isla, con una subida panorámica a pie desde el puerto. Con sus casas cicládicas antiguas y auténticas lo convierten posiblemente en el pueblo más pintoresco del Egeo. Disfrutaremos de paseos y senderismo por un camino rural hasta la parte norte de la isla, al pueblo de Kallitsos, que significa “la bella”.
Por el camino nos acompañarán las bellas vistas panorámicas sobre la Chora y las islas vecinas, atravesaremos fértiles valles y nos envolverá la tranquilidad más absoluta. A la vuelta de nuestra excursión disfrutaremos de otra de las paradisíacas playas de la isla, y recompensaremos a nuestro cuerpo con una relajante sesión de yoga. Tomaremos un barco que nos llevará a dar la vuelta a la isla, para poder así disfrutar de maravillosas playas y calas solamente accesibles por mar.
Sin duda en Serifos acabaremos de enamorarnos de Grecia, de la amabilidad de sus gentes, su hospitalidad, gastronomía y la belleza de sus paisajes y playas.
Tomaremos el ferry de vuelta a la capital para pasar nuestras últimas horas en Atenas y despediremos de este maravilloso país y gente, que sin duda alguna se nos habrá metido en el corazón para siempre.