Tras aterrizar en la antigua Ceylan nuestro viaje comenzará en Negombo, una ciudad que vive fundamentalmente de la pesca y el turismo y con la mayor concentración de cristianos en la isla.

Descansaremos del largo viaje, retomaremos fuerzas y nos dirigiremos al centro cultural de la isla para recorrer el llamado triángulo cultural con sus vértices en las ciudades de Anuradhapura, Polonnaruwa y Kandy. En estas tres antiguas ciudades no pararemos de visitar templos, estupas y monumentos a Buda custodiados por monos. Los cingaleses erigieron aquí sus principales ciudades y nos dejaron inumerables templos y restos arqueológicos. Las maravillosas cuevas de Dambulla que albergan los templos con los Budas y la roca de Sigiriya serán un must en el viaje. Sin duda la espiritualidad de estos lugares no dejarán de sobrecogernos, una energía perfecta para acompañarnos en las sesiones de yoga al comenzar o terminar el día. Admiraremos la diversidad de su flora y fauna recorriendo uno de los 20 Parques Nacionales y descubrirás que su naturaleza es sagrada.

Desde Kandy nos adentraremos en las brumosas montañas de Sri Lanka atravesando sus bellísimos paisajes y pueblos de película. Tomaremos el tren lento en alguno de sus tramos, convirtiendo el propio viaje en el aliado perfecto de los amantes de la fotografía con instantáneas únicas: recolectores de té que parecen coloridas mariposas entre los arbustos, locales saludando, selva, alta montaña, cascadas…

Nuestro viaje atravesando la alta montaña nos llevará hasta la pequeña y tranquila Ella, nuestro campamento base para disfrutar de una naturaleza exuberante, vida local, excursiones y caminatas rodeados de plantaciones donde conocerás todo sobre el te. Disfrutaremos de sesiones de yoga más relajantes o restaurativas tras los paseos y caminatas del día… o con sesiones más dinámicas y activas para empezar el día con energía y vitalidad.

Desde la alta montaña nos desplazaremos hasta el sur de la isla donde nos recibirán la belleza de las playas del sur y Galle, una ciudad Patrimonio mundial de la UNESCO que cuenta con el centro colonial histórico más bello de todo el país. Dependiendo de la energía y ritmo del grupo, podremos visitar algunas de las playas más cercanas como Hikkaduwa o Tangalle. Surf, buceo, snorkelling, tortugas, lagos, atardeceres bellísimos, templos, mercados, vida local y por supuesto yoga, serán algunas de las actividades que podremos realizar nuestros últimos días en la perla del Índico.

Dejaremos el sur y volveremos hasta el aeropuerto cingalés para tomar un vuelo y continuar nuestro viaje hasta Maldivas.

Y de paraíso a paraíso: si la costa y playas de Sri Lanka te van a enamorar con la belleza mas exuberante y sus largas playas salpicadas de vegetación tropical, el colofón final del viaje no te decepcionará. Desde Sri Lanka tomaremos un avión destino a la capital de uno de los rincones más paradisíacos y exclusivos del mundo: ¡nos vamos a Maldivas! Sobrevolaremos aguas transparentes, arenas blancas y el azul turquesa mas hermoso en un archipiélago formado por 26 atolones y más de 1.200 islas en medio del Océano Indico hasta llegar a Male. Desde allí nos desplazaremos en barco hasta nuestra isla local en el Atolón Sur y la que será nuestro hogar para los próximos días, muy cerca de la línea del Ecuador y con temperaturas totalmente tropicales.

Descubriremos la “otra Maldivas”, la auténtica vida de los maldivos y maldivas siendo testigos de su “día a día” en el paraíso. Podremos visitar otras islas tomando un barco local o disfrutar de muchas de las actividades que ofrece Maldivas en el mundo acuático: submarinismo, snorkeling, pesca, excursiones para ver delfines y hasta surf, y por supuesto descansar y pasear por sus bellísimas playas. Considerado como uno de los primeros destinos del mundo para buceadores, Maldivas es también el lugar ideal para la desconexión total: paz, relax y una energía única que sentiremos cada día en nuestras sesiones de yoga al amanecer o con la puesta de sol. Desde Male tomaremos nuestro avion de vuelta a casa.